martes, 8 de julio de 2014

Meditando...mantén la calma y sigue adelante



Esdras 5:7-17 
Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra. (Esdras 5:11)

“Mantén la calma y llama a mamá”, “mantén la calma y pon el agua a hervir”, “mantén la calma y avanza a paso firme”. Estos dichos se originaron en la frase “mantén la calma y sigue adelante”, que apareció por primera vez en Gran Bretaña en 1939, al comenzar la Segunda Guerra Mundial. Los oficiales británicos la imprimieron en carteles para quitar el pánico y el desánimo de la gente durante esa época.
Al volver a su tierra, tras un período de cautiverio, los israelitas tuvieron que vencer sus temores y la interferencia del enemigo cuando empezaron a reconstruir el templo (Esdras 3:3). Después de terminar los cimientos, sus enemigos “sobornaron además contra ellos a los consejeros para frustrar sus propósitos” (4:5). También escribieron cartas acusadoras a los funcionarios del gobierno, y consiguieron retrasar el proyecto (6, 24). A pesar de todo, el rey Darío finalmente promulgó un decreto que les permitió terminar el templo (6:12-14).

Cuando estamos comprometidos en la obra de Dios y enfrentamos dificultades, podemos seguir adelante con calma porque, como sucedía con los israelitas, “somos siervos del Dios del cielo y de la tierra” (5:11). Los obstáculos y las demoras tal vez nos desanimen, pero podemos descansar en la promesa de Jesús: “edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). Es el poder de Dios lo que nos capacita para su obra, no el nuestro.

El Espíritu de Dios nos da poder para testificar.

By. Ministerios RBC

3 comentarios:

  1. saludos, muy bonita reflexion, aunque sugiero cambiar el color de la fuente o el fondo de pantala ya que dificulta la lectura. saludos.

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  2. Saludos a tí también. Agradezco tu observación, veré a ver qué puedo cambiar para facilitar su lectura.
    Dios te siga bendiciendo.

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  3. Este apartado de "Meditando en y con Dios" es un conjunto de escritos, que en realidad son meditaciones de hermanos en Cristo, con Dios y sobre Dios, inspirados por el espíritu. Una gran parte de estos escritos son de hermanos que pertenecen a distintos Ministerios, incluso habrá escritos que pertenezcan al siglo pasado, y, en muchos de los casos, lo único (y más importante) que tienen en común es el espíritu que está en ellos, el de Nuestro Señor Jesucristo, y por tanto, el pertenecer al Glorioso Cuerpo de Cristo.

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