domingo, 29 de junio de 2014

Meditando...Si la bestia no puede verte, no podrá herirte

Dios nos habla de muchas maneras, y, además con cada uno de Sus hijos tiene su forma personalizada de comunicarse.

Meditando en esto, se puede comprobar en la Palabra de Dios cómo Dios se ha comunicado de modos muy distintos con los Suyos.

Es cierto que en Su Palabra ya están todas las respuestas. Hay muchísimas decisiones en la vida, incluso en el día a día, en las cuales meditando en la Palabra se puede obtener la respuesta, porque Ella  nos da la sabiduría y dirección adecuadas,  pero también, hay otras muchas decisiones que son pequeñas cosas, o grandes, que son individuales, que sólo puede ser Dios quién nos lo revele y muestre personalmente. Y esto es porque, realmente, a Dios hay que consultarle todo, o comentarle todo, o preguntarle todo y estar todo el día hablando con Él, porque así es cómo siempre todo sale bien.

Es decir, un ejemplo sencillo o gráfico ¿Qué sería mejor hacer hoy de comer tortilla de patatas o pasta?...quiero decir con esto, que hay cosas que sin estar escritas, porque pertenecen a las decisiones personales del día a día, y que no salen de la Voluntad o Palabra de Dios, pero es importante consultarlas con Dios igualmente, porque si nosotros vemos desde nuestros pies a unos pocos de Kilómetros,  Dios ve a miles de Kilómetros lo que está por venir, y Él lo va a ir recolocando y redireccionando todo para obrar en nuestro favor, y nos va diciendo el camino mejor para hacer cada cosa.

Del mismo modo que hay cientos de pequeñas cosas al día, que, sin salirse de la Voluntad Escrita y revelada para nosotros es importante y muy ventajoso para nosotros consultarle a Dios, (Dios todo lo ve y es el Sabio de los sabios, y, encima de todo esto, es el Padre por excelencia que nos ama y quiere lo mejor de lo mejor para nosotros, aprovechemos esto para preguntarle todo!!!) de esta misma manera, Dios se nos muestra o nos responde de muchísimas formas distintas, y eso me pasó a mi el otro día con una frase de una película infantil que veía mi hija.

La frase era la siguiente:

Si la bestia no puede verte, no podrá herirte.

Entonces,  me saltó una especie de "campanilla" interna en cuanto oí esta frase, y empecé a meditar sobre todo este asunto.

El enemigo ha venido a matar, robar y destruir, sin embargo nosotros tenemos un "halo" de protección de Dios. Si ese halo se pierde, hay peligro. Cuando Pablo nos advierte sobre el enemigo, nos dice que: "El adversario anda como león rugiente esperando a quién devorar".Es decir el espíritu de Jesucristo no se pierde, es semilla incorruptible; el amor y misericordia de Dios tampoco se pierde, es eterno e incondicional, pero, sí hay una advertencia de peligro si nos metemos en terreno que no procede de Dios.

¿Si el enemigo lo tuviera fácil con nosotros, porque iba a esperar y no a atacar directamente?

Un león cuando ruge, da mucho miedo, mucha impresión, es fiero, y sus rugidos se oyen a kilómetros; y así es cómo dicen las Escrituras que está el enemigo esperando su presa, cómo un león rugiente, activo y hambriento. No hablamos de un león que acaba de comer y está durmiendo la siesta.

Y si el león espera es porque no puede atacar así cómo así, por eso, quedamos como "escondidos" ante sus ojos, de alguna manera no puede acceder a nosotros, no puede vernos, o bien, no puede acercarse si permanecemos en la Voluntad y territorio de Dios.

De modo que el halo de protección de Dios viene a ser cómo una coraza, que en cierto modo, nos hace invisibles al enemigo, porque no puede atacarnos. Cuando nos metemos en terreno del león, en terreno del enemigo, entonces puede atacarnos, aunque Dios acude en nuestra defensa y protección, pero, el enemigo adquiere gran ventaja en esta situación para podernos devorar.

Los únicos que tenemos protección, la que pagó con Su sangre Nuestro Señor, somos, precisamente, los que creemos que Su sangre nos protege.

Los incrédulos, aún suponiendo que sean gente con principios muy establecidos en la justicia y con un caminar honesto y de servicio a los demás, sin embargo,no tienen ese halo de protección, siempre están visibles y en el territorio del león, por eso, se dice de mucha gente muy desgraciada, o que ha sufrido injustamente en alguna causa:

"Este hombre era una buena persona, no merecía que le haya pasado esto...con toda la gente mala que hay en el mundo y esto le ha ido a pasar a él"

O esta otra frase:
"Este niño era muy pequeño, aún no había hecho ningún mal"

Y, eso ocurre porque no tienen el halo de protección de Dios, por tanto están en el territorio de Satanás, (pues es el príncipe de este mundo), el cual en otro tiempo fue de Adán y Eva, y se lo entregaron al Enemigo, y a al cual pertenecen todos los que no han creído en el Anuncio.

En toda esta cuestión, hablando con una de mis hijas, me dijo mi hija ¿entonces...cuando hacemos la Voluntad de Dios porqué nos pasan a veces dificultades o aflicciones?

Tenemos por ejemplo el caso de Pablo, cuando Satanás le envía un mensajero. Pablo estaba haciendo la Voluntad de Dios, pero era perturbado por un mensajero de Satanás. (el aguijón en la carne)

Sin embargo, en las Escrituras también queda claro, que la Gracia de Dios es más que suficiente, que los que amamos a Dios todo nos ayuda a bien, que la prueba genera paciencia y la paciencia genera fe. (Bástate mi Gracia).(Los que amamos a Dios, todo nos ayuda a bien).

A veces, simplemente es cuestión de crecimiento, ¿Cuántas veces nos hemos creído que estábamos en la Voluntad de Dios y Dios nos ha demostrado lo que todavía nos faltaba por aprender? A mí me ocurre casi  a diario, que Dios me muestra una y otra vez lo que todavía me falta, en este camino de perfeccionamiento.

Pablo estaba en la Voluntad de Dios, sin embargo, todavía tenía que fortalecerse en Su Gracia, y saber que con eso, le bastaba y le sobraba.

Pablo y los apóstoles vinieron en un tiempo muy concreto, donde sabían muy bien su cometido, y donde tenía que quedar clara la seriedad del asunto. El asunto es que la crueldad del enemigo es insaciable, no tiene fin, no tiene paro, y que si pudiera nos mataría, porque nos odia.
Jesucristo tuvo que entregar su vida a aquel tremendo horror, porque era la única solución para rescatarnos de semejante infierno en vida, y en la vida venidera también.

Dios dice que no nos ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana, es decir, que no vamos a pasar lo que pasó Nuestro Señor, que tenemos que ser valientes, porque esto no es nada comparado con lo que pasó Jesucristo, que esto no es nada si miramos las cosas de arriba y lo que está por venir, Dios dice que no vamos a ser tentados más de lo que podamos soportar, así que lo que venga, lo vamos a poder soportar, porque es una Promesa de Dios.

Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de amor, poder y dominio propio, nosotros, los hijos de Dios, somos como el ave Fénix, que vuelve a resurgir y a levantarse una y otra vez, porque es el espíritu de Cristo el que lo hace, no nosotros por nosotros mismos.

Él preserva nuestra vida, y, por las llagas de Cristo hemos sido sanados. En el Nombre de Jesucristo hay poder, sanidad y abundancia de suplencia en todo, y en Dios siempre confiamos sabiendo que nos llega siempre Su Salvación porque es Fiel y galardonador de los que le buscan.

Dios dice, siempre dice, que tengamos paciencia y fe, y que no nos debilitemos, que no desmayemos, que nos alimentemos con Su Palabra, así cómo el profeta fue alimentado y fortalecido con una torta de pan, así nosotros necesitamos tanto, o más que la comida física, comer de las palabras de Dios, para estar fuertes.

Si la bestia no puede vernos, no puede herirnos, sólo puede molestarnos o afligirnos momentáneamente, pero no herirnos...y, para que la bestia no pueda vernos, nos tenemos que cubrir con Su Palabra, que es la que nos hace invisibles, aunque vivamos, físicamente,  en el territorio del enemigo, donde los leones andan rugiendo por todos los lado, hambrientos, esperando a quién devorar.

¿Esto significa vivir con miedo? No, porque no tenemos espíritu de cobardía, sino de valor, además el miedo no proviene de Dios, sino del Enemigo de Dios.

Dios dice que " por nada estemos ansiosos, sino que sean conocidas nuestras peticiones delante de Él"

Poner algún miedo antes que a Dios, es idolatría, al fin y al cabo.
Da igual si el miedo es de salud, miedo por tus hijos, de economía, emocional....da igual, al fin y al cabo, el miedo es el miedo, y la solución siempre es la misma: " Confía en Él, Él hará".

Además Cristo venció:

"En el mundo tendréis aflicción" Dios nos avisó que habría aflicción, pero también nos dijo, que no fijemos nuestros ojos en la aflicción, sino en el gozo posterior, sabiendo, con total y absoluta certeza, que veremos Su salvación.
"En el mundo tendréis aflicción pero confiad, yo he vencido al mundo".

"DICHOSO EL HOMBRE QUE EN ÉL CONFÍA"




1 comentario:

  1. Este apartado de "Meditando en y con Dios" es un conjunto de escritos, que en realidad son meditaciones de hermanos en Cristo, con Dios y sobre Dios, inspirados por el espíritu. Una gran parte de estos escritos son de hermanos que pertenecen a distintos Ministerios, incluso habrá escritos que pertenezcan al siglo pasado, y, en muchos de los casos, lo único (y más importante) que tienen en común es el espíritu que está en ellos, el de Nuestro Señor Jesucristo, y por tanto, el pertenecer al Glorioso Cuerpo de Cristo.

    ResponderEliminar